Hemos de aceptar que de niños todos le tememos a algo. He de confesar que hoy yo siento miedo todavía a la oscuridad, cuando pequeño le temia al oscuro pasillo que separaba el mingitorio del WC. Otro de mis temores es pisar la carcel, considero que al entrar en ese lugar el primer pensamiento que inundaria mi cabeza seria el suicidio.
He sufrido dos veces un asalto, pero afortunademente para mi, no recibi golpes
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario